El rostro y sus variaciones
Juan Bautista Sanz 02.06.2019 (Fuente www.laopiniondemurcia.es)
Los autores, ella alicantina y él murciano de Fuente Álamo, trabajan habitualmente por separado, aunque esta vez han unido sus emociones para sacar adelante un proyecto artístico que nace de la máscara exterior del hombre, la superpuesta que oculta, y aquella otra que da vigencia al interior tapado por la apariencia. Son pinturas de Dayra Madrona y esculturas de MarínGuevara, expuestas en el generoso Espacio Progreso 80, el hábitat taller de Juan Martínez Lax. La experiencia resulta muy novedosa y complementaria: ya se sabe de las complicaciones de dos humanidades y dos sensibilidades compartiendo trayecto para llegar a coincidir en el mismo resultado expresivo que pone al ser humano en contradicción permanente consigo mismo. Han ganado los autores la batalla de la veracidad y del lenguaje que llega, sin duda, al espectador participativo.
Llama la atención esta propuesta artística cuyas intenciones han revelado ellos mismos, pero que no sería demasiado difícil de interpretar y reflexionar; hay claridad en la utilización del mensaje-máscara que nos alcanza, con su misterio, su veracidad y su voz distorsionada a través del hueco destinado a la “respiración imprescindible”. En Madrona hay, pictóricamente, un apartado más en la temática como un complemento más estético que profundo, aunque toda la obra responde a un mismo tratamiento y la misma pregunta sobre la intención metódica. Ocurre, yo creo, que estos artistas ya han superado -ahora juntos- toda una preocupación formalista y han podido trabajar un conjunto con una obra unida por la temática, con la constante armonía del color, que puede ser frío o cálido, o ambos a la vez, sin perjuicio de la calidad. Algo nuevo, sin duda, en el panorama artístico de Murcia, y la ciudad, la anfitriona, está obligada a darles la bienvenida. Muy interesante.